Nobis est, et speculum
Caminaba por una ciudad de piedra,
con ventanas cada cual a un propio mundo.
Cada una a una vivienda de eternos durmientes.
Vi entonces dos desvencijadas siluetas,
plasmadas en un vetusto papel mudo,
ayer poseedor de identidad latente…
Y hoy solamente es un retrato quemado,
—Nublado—,
cuyos rostros borrados se los llevó el día.
con ventanas cada cual a un propio mundo.
Cada una a una vivienda de eternos durmientes.
Vi entonces dos desvencijadas siluetas,
plasmadas en un vetusto papel mudo,
ayer poseedor de identidad latente…
Y hoy solamente es un retrato quemado,
—Nublado—,
cuyos rostros borrados se los llevó el día.
2 de Abril de 2017
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