Carrusel

Me subí al caballo más opulento,
aquel con crines de oro,
ojos de madreperla
y capa de brillantes espejos.

Me creí en lo más alto,
pero bajaba despacio al acto.
Todo avanzaba y volvía a ser.
Todo recorría un momento exacto.

Las luces se difuminaban,
las personas se volvieron sombras.
La melodía era una adicción
en constante repetición.

Sujetada al eje plateado,
mi cuerpo empezó a moverse,
bailando sensual, curvilíneo,
como el ritmo del carrusel.

La confusión me consume poco a poco,
no es como si me haya vuelto loco.
Esta sensación vertiginosa
no podrá separar nuestra rutina religiosa.

Tú estás ahí abajo,
esperando a poder montarte,
pero me ves aquí arriba,
con esos ojos de suplica altiva.

Es que todo es demasiado veloz
dentro de su asfixiante lentitud.
Ahora nada ajeno existe,
ni si quiera ese tumulto de voz.

Allá donde me lleva, allá donde vaya...
Anhelo ver mi destino:
Se repetirá otra vez,
desde el porvenir desconocido.

Algo cambia más allá,
¿una nueva oportunidad?
El imperturbable medio
ha cambiado en su lugar.

Me seguía un cisne de ojos ígneos,
me acompañaron dos cebras negras
y seguimos a un triste tigre enjaezado.
¿No ves que hemos perdido la cabeza?

Entonces sigamos dando vueltas,
en este perturbado carrusel,
hasta que nuestro mundo se convierta
en un sueño de luces y quimeras.

Pero tú estás ahí abajo,
creyendo más de lo que mereces,
estás ahí renegado, deseando,
plantado en una tierra inerte.

Has decidido quedarte quieto,
frustrado por el modo de madurez.
Estás ahí clavándome con rencor,
inconsciente de que nada está girando.

Me observas como aquellos
que se deleitan por mis bailes,
pero no pueden tocarme.
Así estás, sumido en tu pesar.

Y resentido te quedarás,
sin planear montar en tus ilusiones.
Las esperarás ver morir
y así poco a poco te marchitarás.

Momificado en tu posición,
me seguirás viendo girar,
extasiada en mi fantasía astral,
destinada a otro mundo
de luces difuminadas
y canciones tintineantes,
como estrellas fugaces,
que recorren tu silencio
como el viento a un desierto.

22 de Marzo de 2016

Comentarios