Fantasía

Es por ti que crece la parra
alrededor de la madrugada,
aferrando a la oscuridad
sus retorcidas ramas de cristal,
para alimentarse de la luna.

Es para ti que grita la mandrágora,
cántale la lluvia a la gárgola
y adormece a los jóvenes dragones.

¡Y qué se siente cuando se cruza tu mirada!

Se siente el fuego que hiela,
la huella de las montañas,
el pasar tranquilo de la agonía,
como ríos que muerden, que arañan,
que sufren cuando los roza la tierra,
la ceniza, la arena, la grava,
las brasas que se encienden debajo del agua,
que arden un fuego que no quema,
que tiene un tacto gelatinoso y deja,
al tocarlo, olor a canela.


25 de Enero de 2019

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